lunes, 14 de junio de 2010

Delirios de adolescente

Hola, querido lectores (ya parezco una blogger profesional U.u). Mi primer relato será uno que escribí hace ya tiempo, un jueves, sobre las 10 d la mañana o así. Los nombres, claramente, no son reales, pero es que si los pongo me curten. Así que ahí va:

" Aquí estoy,en clase de griego, escribiendo. Es la única manera que tengo de expresar con palabras el calor que ahora mismo me recorre por dentro. Pero empezaré por el principio:

Hace ya tiempo que me fijé en él. No sé cómo, no sé por qué. Sólo sé que lo que vi me gustó. Así que me seguí fijando. Y cada vez me iba gustando más y más.
Esta mañana me levanté tarde muy tarde. La maratón para llegar a coger el bus fue bestial. Pero claro, justo hoy va y llega tarde. Condenao...
Cuando llegué al insti, Andrea, Jennifer y Rebeca me esperaban. Fuimos las cuatro a desayunar a una cafetería, porque ese día no teníamos clase a primera hora. Por el camino de vuelta, Rebeca se quedó mirando un autobús de esos pequeños que pasaba en ese momento y dijo:

- ¿Ese no es tOp?

Y no lo pude evitar. Me puse como un tomate.

- ¿Ein? - repliqúé, haciendo como que o la entendiera bien.

Rebeca me puso cara de conspiración, ante lo que yo me puse mas roja todavía, y no dijo nada. Y menos mal, porque justo en ese momento el susodicho tOp apareció por la acera, dándonos un susto criminal. Saludó y sigúió adando. Menos mal que no me prestó mucha atención, porque yo parecía un rábano con insolación... Pero bueno, la mejor parte fue cuando llegué a clase. Fui a dejar el paraguas en su lugar habitual cuando está mojado, el paragüero, y cuando me giré, flipé.
Se estaba quitando la camiseta. Eso no sería ninguna noticia,si no fuera porque al sacarla por la cabeza se le había subido la camiseta hasta el cuello. De modo que su espalda desnuda estaba justo enfrente de mí.

Y no lo pude evitar. Me acerqué a él y deslicé mis uñas sobre su piel, despacio, intentando que ese momento durara el mayor tiempo posible. Él se quedó quieto, rígido, y temí que s hubiera enfadado. Movió los hombros haacia atrásy su camiseta cayó. Yo me aparté y moví la cabeza, intentando razonar. ¿En qué estaba pensando? Intnté escurrirme, pero él se giró, me cogió de un brazo y me detuvo. Me miró a los ojos. Yo em sonrojé y bajé la cabeza, avergonzada. Él me cogió la barbilla con la mano y me levantó la cara, obligándome a volver a mirarlo. Se acercó más a mí, tanto que podía notar en mi piel el calor que desprendía su cuerpo. Quitó la man de mi barbilla y desluzó las yemas de los dedos por la suave piel de mi cara, para seguir acariciand luego la delicada textura de mi cuello. Este maravilloso contacto me provocó un escalofrío que él notó. Hundió la mano entre mi pelo, sujetándome la cabeza y atrayéndome luego hacia él. Me soltó el brazo y con esa mano me acarició la espalda, haciendo desaparecer el cosquilleo que me quedara tras el escalofrío, para dar paso a un nuevo horigueo, mucho más cálido y agradable. Cuando al fin esa manoparó y descansó en la parte baja de mi espalda mi corazón latía ya con el ruído que provocaría una estamppida de rinocerontes furiosos. Su sonrisa se ensanchó todavía más, disfrutando visiblemente de las emociones y sensaciones que era capaz deprovocar en mí con tan sólo tocarme.
De pronto, todo su cuerpo se tensó, sus manos se volvieron más agresivas y furiosas. Me pegaron a su cuerpo con fuerza, con desesperació, y sus labios asaltaron los míos con ua brutalidadque jamás había sentido, con un salvajismo apasionado que se apoderó de mí, cegándome por completo e impidiéndome pensar. Mis manos se pegarona sus costados, para más tarde subir y subir hasta enlazar mis brazos en su cuello. Su boca apremiante se movió sobre la mía, su lengua separó bruscamente mis labios y se introdujo más allá de la frontera de los dientes sin ninguna compasión...

- ¡¡Diana!! - una voz aguda me llamaba, mientras unas manos me zarandeaban -. Despierta, tía, que tenemos clase.
Me había qedado mrándolo embobada y mi fantasisa mente se había ocupado del resto. No llegara a tocarlo. El contacto sólo fuera producto de mi imaginación. Me estremcí. Era extraño, pero en mi piel y en mis labios todavía permanecía su calor.

3 comentarios:

  1. Alguien sospechoso :D14 de junio de 2010, 21:11

    Ayyy que bueno Diana ;) aun te imagino ahi en griego fantaseando de verdad y carallo.. espera! el va a otra clase! ala vaiii jajaja yahooooo jajaja (no se a que viene) aiis tienes que escribir mas trocitos -.- y poner aqui todas tus historias, ACABADAS

    Me ha leido, Diana? jaja

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  2. Pondré muuuuuuuuuuuuchas historias... incompletas xDD

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